
En estos días, en los que se aproxima el "puente de la constitución" y, vamos a compartir más tiempo con nuestros pequeños, vamos a proponeros una receta fácil y, sobretodo, divertida, para elaborar en familia. Vamos a preparar unas castañas asadas que se pelan fácilmente. Sólo necesitaréis 35 minutos de horno y 1 Kg. de castañas.
Las castañas son uno de los postres otoñales, como el pan dulce, los turrones y mantecados son los invernales.
Esta es una sencilla receta para que cualquier persona o familia que quiera consumir unas pocas castañas, pueda disfrutar de estos frutos otoñales sin necesidad de recurrir a una barbacoa. Es rápida, muy fácil y sin riesgos.
Precalentad el horno a 200ºC mientras hacéis un corte a cada castaña para que no estallen en el horno. Es una incisión que debéis practicar del tamaño de una pequeña uña, lateralmente como si fuerais a pelar una patata. El corte debe atravesar la piel exterior y la interior, pero apenas rozar el fruto. Procurad no arrancar la piel, solo un pequeño corte para que no se hinche y estalle. Colocadlas en la bandeja de horno sin apilar y horneadlas durante ½ hora. Comprobad que estén hechas agarrando una con un guante de horno, si cede a la presión de la mano significa que ya están listas. Cuidado con probarla, evidentemente, quema.
La manera de conseguir pelar las castañas es pelándolas en caliente. Para conservarlas calientes ponedlas unas pocas horas colocadlas en cucuruchos de papel de periódico, que os hayan hecho vuestros pequeños. Pero cuando inevitablemente se han enfriado y ya hay muchas que no se pelan, entonces ponedlas en el microondas, calculad 4 ó 5 segundos por castaña. Calentad sólo las que vayáis a consumir para evitar que se vayan secando un poco cada vez. Guardad las que no consumáis en una bolsa de plástico para evitar que se sequen demasiado.
Existen otras maneras de comer castañas: sopa de castañas como primer plato muy nutritivo, castañas con leche (al estilo del arroz con leche), etc.
Valoración dietética y sugerencia de menú equilibrado
La castaña es un fruto seco pero mucho menos graso. Por ello, es el fruto seco menos calórico. Rico en hidratos de carbono de absorción lenta, aporta también proteínas, vitamina C, potasio y cobre.
Aunque no es dulce, como lo son habitualmente los postres, las castañas asadas se suelen comer al final de las comidas festivas otoñales o como merienda en las tardes ya frescas. Acompañadas de un vino dulce o incluso un moscatel resultan deliciosas.
Como comida tan festiva como equilibrada, sugerimos preparéis una empañada de atún como plato único, una ensalada clásica y 5 ó 6 castañas acompañadas con moscatel (sólo para los mayores) como postre.
Las castañas son uno de los postres otoñales, como el pan dulce, los turrones y mantecados son los invernales.
Esta es una sencilla receta para que cualquier persona o familia que quiera consumir unas pocas castañas, pueda disfrutar de estos frutos otoñales sin necesidad de recurrir a una barbacoa. Es rápida, muy fácil y sin riesgos.
Precalentad el horno a 200ºC mientras hacéis un corte a cada castaña para que no estallen en el horno. Es una incisión que debéis practicar del tamaño de una pequeña uña, lateralmente como si fuerais a pelar una patata. El corte debe atravesar la piel exterior y la interior, pero apenas rozar el fruto. Procurad no arrancar la piel, solo un pequeño corte para que no se hinche y estalle. Colocadlas en la bandeja de horno sin apilar y horneadlas durante ½ hora. Comprobad que estén hechas agarrando una con un guante de horno, si cede a la presión de la mano significa que ya están listas. Cuidado con probarla, evidentemente, quema.
La manera de conseguir pelar las castañas es pelándolas en caliente. Para conservarlas calientes ponedlas unas pocas horas colocadlas en cucuruchos de papel de periódico, que os hayan hecho vuestros pequeños. Pero cuando inevitablemente se han enfriado y ya hay muchas que no se pelan, entonces ponedlas en el microondas, calculad 4 ó 5 segundos por castaña. Calentad sólo las que vayáis a consumir para evitar que se vayan secando un poco cada vez. Guardad las que no consumáis en una bolsa de plástico para evitar que se sequen demasiado.
Existen otras maneras de comer castañas: sopa de castañas como primer plato muy nutritivo, castañas con leche (al estilo del arroz con leche), etc.
Valoración dietética y sugerencia de menú equilibrado
La castaña es un fruto seco pero mucho menos graso. Por ello, es el fruto seco menos calórico. Rico en hidratos de carbono de absorción lenta, aporta también proteínas, vitamina C, potasio y cobre.
Aunque no es dulce, como lo son habitualmente los postres, las castañas asadas se suelen comer al final de las comidas festivas otoñales o como merienda en las tardes ya frescas. Acompañadas de un vino dulce o incluso un moscatel resultan deliciosas.
Como comida tan festiva como equilibrada, sugerimos preparéis una empañada de atún como plato único, una ensalada clásica y 5 ó 6 castañas acompañadas con moscatel (sólo para los mayores) como postre.
No lo dudéis, pasaréis una tarde entretenidos y, además, sanamente alimentados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario