Marketing olfativo

¿Sabíais que en los parques Disney impregnan las calles con olor a palomitas recien hechas para que en cuanto veas un puesto de comida de lo que sea te pares a comprar?
Primero Disney dió un toque de realismo a sus espectáculos de acción al añadir olores de pólvora o goma quemada y luego olor a palomitas para abrir el apetito.
Este tipo de marketing se interesa por la forma en que el consumidor se adapta y reacciona a los olores. No es poco lo que está en juego. El uso de esta técnica podría permitir a los puntos de venta diferenciarse de sus competidores.
Los primeros que han probado este sistema han sido los establecimientos de comida. El aroma de pan recién hecho, por ejemplo, está ahora embotellado en unos ambientadores.
¿A qué huelen las marcas? ¿Por qué al olor de una crema solar recuerda a las vacaciones? ¿Por qué el aroma del humo de leña se asocia a una estampa de invierno en familia?
La emoción que evoca un olor puede ser decisivo en el momento de la compra y es posible identificarlo con los valores que la marca pretende transmitir.
¿Por qué todos los coches nuevos huelen igual? Esto no es fruto de la casualidad, es un olor fruto de muchas horas de dedicación de un grupo de expertos en la materia.
A través de la nariz recordamos más de 10.000 aromas o 10.000 marcas comerciales. Además, se sabe que memorizamos siete veces más lo que olemos que lo que vemos. ¿Se imaginan el filón que supone teniendo en cuenta, además, que el olfato es el único sentido que todavía no está alerta ante la publicidad?
La tarta de manzana caliente evoca una reunión familiar y la fragancia a brisa marina se identifica con la libertad.
Entre las empresas que han incluido el marketing olfativo entre sus estrategias de diferenciacion y fidelizacion destacan Telefonica, NH Hoteles, Mango o Cinesa